El 27 de agosto de 1935, el Ateneo Científico y Literario de Melilla organizó los actos del Tricentenario de la muerte de  Félix Lope de Vega y Carpio, insigne poeta y dramaturgo, llamado el Fénix de los ingenios. Estos actos, que formaban parte de la campaña nacional de homenaje al Fénix de los ingenios, consistieron en la  inauguración de un busto del dramaturgo eregido en el parque Hernández y una placa con su nombre en la calle que a partir de ese día se llamaría Lope de Vega. 
Tanto el busto como la placa de la calle fueron obras de Servando Camúñez. El fundido en bronce del busto se realizó por los obreros de la   Compañía Hispano-Marroquí de Gas y Electricidad. Los trabajos para construir la peana donde iría colocado el busto se iniciaron a mediados de agosto en la glorieta frente a la desaparecida biblioteca "Pérez Galdós".






El 27 de agosto a las 12 de la mañana en el parque Hernández dieron comienzos los actos del homenaje a Lope de Vega. Estuvieron presentes el Alcalde de Melilla, Antonio García Vallejo, el Delegado Gubernativo, Leopoldo de Miguel, El coronel Solans en representación de la Comandancia General y presidió el acto Cándido Jurado, Presidente del Ateneo.
Al descubrir el busto de Lope de Vega, Cándido Jurado pronunció unas palabras en las que expresó su satisfacción y la del Ateneo por la inauguración de este busto que se convertiría en un recuerdo la labor de esta institución en Melilla. También anunció la intención del Ateneo de: sembrar el Parque de estatuas para transformarlo en un santuario de España, con los bustos de Ramón y Cajal, Fígaro y Cavia, Goya, Velázquez y Cervantes.
Tras Cándido Jurado, tomó la palabra Antonio García Vallejo para agrader en nombre de la ciudad la donación del busto y la placa de la calle Lope de Vega. Como colofón al acto  celebrado en el parque Hernández se colocaron coronas de flores en el busto inaugurado.
Posteriormente la autoridades y público se dirigieron a la calle Lope de Vega para descubrir la placa de bronce con el nombre del dramaturgo y que representaba una escena de la obra El mejor Alcalde el Rey.




Un año después, varios  directivos y miembros del Ateneo sufrieron la represión franquista  y la propia institución se vio abocada a la desaparición en otoño de 1936. 
Enlace a un artículo sobre la represión franquista sufrida por miembros del Ateneo de Melilla. http://melillaizquierda.blogspot.com.es/2011/08/la-represion-franquista-sobre-el-ateneo.html




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